El apóstol Pablo en su Carta a los Romanos 1:16 manifiesta: “Porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree…”
Pablo no se avergüenza del Evangelio de Cristo porque da la solución correcta a nuestro mayor problema. Que es la cólera, el enojo, y el juicio de Dios sobre el pecado del hombre. Y esto no es solo un problema de cualquier otro. Es de todos, tuyo y mío.